
siempre he vivido chapoteando los amores
y palpitando abandonos
ante espejos y sabanas mas sencillas.
Hoy la brisa me abrazo, cansada un poco
de las palabras de siempre.
Cuando púdicamente me desnudo frente a tus ojos
espero tu mano rompiendo mis flores despacito,
agonizando de impaciencia con el infierno de labios de amor.
No puedo concluir en lo sólo de una llovizna,
Apenas si soy una burbuja frágil y llorona
Que por debajo de las aguas parpadea silenciosa.
Gracias le digo al mundo hoy
que la nariz me regala el sentido del humo,
el aroma espeso del despertar.
la ternura del tacto acariciándome los senos en silencio,
el absurdo llanto que muere y que después
se refleja en el viento,
en la nostalgia, en el musgo,
en cacerolas, incendios y manos.
Me gusta asomarme en el abismo
y conmoverme con mucho más que el secreto de lo impalpable.
1 comentario:
Hola, Clarisa... Gracias a los buenos vientos y a una amiga, supe de tu blog y tu poesía. Estuve leyéndote; hay una gran riqueza de expresión y sensibilidad, que realmente conmueve. "Si tu palabra no me saca de mí mismo, para qué quiero tu palabra", dice un antiguo proverbio. Esta palabra tuya es capaz de lograr esa remoción. Ya te leeré más despacio, y si querés seguiremos en comunicación. Abrazo. Ramón.
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